Las dificultades de quienes emprenden la vida del nómada digital.
Poco se oía hablar de “digital nomads” o nómadas digitales hasta hace unos años. El estilo de vida que antes era casi exclusivo de los bloggers de viajes ahora se ha extendido a otros profesionales, gracias también al aumento de la posibilidad del teletrabajo.
Traductores, profesores de idiomas, aquellos involucrados en servicios de atención al cliente, ventas, desarrollo comercial, marketing digital, programadores web y muchos más, pueden teletrabajar la mayor parte del tiempo y aspirar a emprender la vida de "Digital Nomad".
No es casualidad que utilice la palabra "aspirar". Apuesto a que muchos de vosotros vinculáis las palabras "nómadas digitales" a la imagen de un ordenador portátil con una piña colada al lado y al fondo una playa blanca, mar cristalino, palmeras y hamacas. Aunque la vida como nómada digital es apasionante, llena de aventuras y ciertamente admirable, admirable también es el fuerte espíritu de adaptación de todas las personas que deciden embarcarse en este estilo de vida.
Aunque no es primer pensamiento que se te viene a la mente, detrás de la foto perfecta de Instagram, con localizaciones de ensueño entre Bali y Chiang Mai, hay toda una serie de dificultades de quienes han optado por vivir una vida en constante movimiento, lejos de su país y de sus familias, compartiendo siempre espacios con diferentes personas.
Hace poco tiempo, en uno de los muchos grupos de Facebook para nómadas digitales había una publicación donde se preguntaba cuáles eran las mayores dificultades y los aspectos más negativos de la vida como nómadas digitales. He de confesar que disfruté agrupando las casi 600 respuestas, destacando las más comunes.
Hubo quienes bromeaban diciendo que trabajar en la playa era en realidad una pesadilla, entre el reflejo del sol, el calor, la arena que entra a tu ordenador, la conexión a Internet a menudo débil. Pero luego, entre las respuestas más comunes, surgieron muchos más inconvenientes graves.
Muchos enfatizaron la dificultad de encontrar un alojamiento adecuado cada vez que se mudaban a otro país. También se recogían muchas dificultades burocráticas, a menudo sin un contrato de trabajo local y sin documentos locales, es difícil, si no imposible, alquilar un apartamento sin utilizar una agencia. Por no hablar de las tarifas de los contratos de las facturas, en particular de internet. Las agencias obviamente tienen un precio cada vez más alto y además, muchas personas no se sienten cómodas confiando en sitios como Airbnb, después de haber tenido malas experiencias en el pasado.
Otro punto muy común es la soledad, en muchas ocasiones subestimada desde el principio. No siempre es fácil compensar la falta de hogar, amigos y familiares con una nueva comunidad. Para muchas personas que viven lejos de casa, no importa cuán conscientemente logren vivir libres y nómadas, tener que perderse eventos importantes en la vida de sus seres queridos, y de alguna manera desconectarse, es definitivamente uno de los aspectos más negativos de su elección de vida. A menudo, la conexión con la comunidad local no siempre es inmediata o fácil. En cambio, vinculandose solo con la comunidad de nómadas digitales, uno corre el riesgo de formar parte de un grupo de personas, que son muy similares, pero que van y vienen, es decir, se van al siguiente destino cambiando de ubicación, por lo que es muy común entre los nómadas digitales falta de relaciones estables y duraderas.
Entre las diversas respuestas del post también hubo varios consejos sobre cómo superar estas dificultades. Más de una persona propuso el coliving como una solución tanto para el alojamiento, ya que estas soluciones a menudo logran satisfacer las necesidades comunes de alojamiento de los nómadas digitales, como para el aspecto social. El coliving muchas veces facilita el vínculo con la comunidad que lo habita y ayuda a aclimatarse al nuevo entorno. Algunos coliving, como "Cohubitat", de hecho, intentan seleccionar a sus inquilinos basándose en perfiles similares, coincidiendo también con el período de estancia de todo el grupo, para que puedan vivir juntos la experiencia completa. La figura del anfitrión coliving es también una figura clave para descubrir y conectar con el territorio y la población local.
Viajar ligero es otro punto delicado. Incluso si no quieres vivir a menudo en el extranjero, siempre terminas acumulando cosas nuevas. Si las mudanzas normales ya son exigentes y caras, ¡imagina una mudanza internacional!
Esto se puede remediar eligiendo un alojamiento totalmente equipado en el que no sea necesario comprar nada y, por desgracia, pasándose a la tecnología digital. En lugar de almacenar esos hermosos libros en papel que a todos nos gusta hojear y mirar de vez en cuando, pasarse a la versión digital: un libro electrónico es una excelente solución para ahorrar espacio y peso, ¡así como una solución ecológica! El libro electrónico ayuda sí, pero lamentablemente no es la solución definitiva, muchos nómadas digitales también llevan consigo una gran cantidad de equipos digitales.
La falta de domicilio fijo es otro problema muy grave ligado a la posibilidad de abrir cuentas bancarias, el pago de impuestos, la renovación de pasaportes y visas, cobertura sanitaria, etc. Muchos nómadas digitales acaban gastando mucho tiempo para zanjar los distintos aspectos burocráticos, por lo tanto es el momento de buscar y conquistar un nuevo equilibrio y una nueva rutina antes de que se acerque el momento de comenzar de nuevo la búsqueda de información, vuelos y alojamiento para el próximo destino.
Por otro lado, la precariedad es una de las características intrínsecas de la vida como nómadas digitales, que tienden a llevar una vida nómada durante un período de 3-8 años, como máximo 10. A partir de entonces, el deseo de estabilización suele aparecer.
Un aspecto muy interesante que se desprende de las respuestas de ese mismo post es la tendencia de muchos, que después de haber sido nómadas digitales, ahora prefieren el "workation". En lugar de estar en constante movimiento consideran más adecuado tener un punto fijo y romper con la rutina trabajando desde otro lugar o país. De esta forma, además de recargar fuerzas con estas escapadas, logran mantenerse en contacto con la comunidad.
Estos fueron los aspectos más recurrentes, aunque también hubo otras respuestas que estaban relacionadas con tener que dejar de viajar con tu perro o mascota (mayormente por las complicaciones del viaje, buscar alojamiento, etc.) a tener que renunciar a un proyecto permanente ligado a un territorio concreto, o a sentirse muchas veces no respetado profesionalmente por quienes todavía no pueden explicar cómo se pueden realizar algunos trabajos a distancia. Y confirmo este último punto. Trabajo como Business Development, y aunque no es nada abstracto ni vanguardista, me encuentro en la situación de tener que explicar a mi abuela cada semana cómo es posible que trabaje desde España, Italia o Irlanda, o simplemente desde la sala de estar. Todavía no lo tiene claro, ella cree que en realidad no funciona, ¡pero lo lograremos!
Este artículo ciertamente no busca desanimar la vida como nómada digital, al contrario, esperamos que sea útil para los más nuevos y ayude a tener en cuenta algunos aspectos importantes para prepararte mejor para la vida nómada. Te tranquilizará saber que la piña colada en la playa de ensueño existe, llega después del trabajo 🙂
Estamos convencidos de que todo es cuestión de elecciones y prioridades, que los nómadas digitales están entre los protagonistas de un proceso de cambio e innovación social, donde la verdadera riqueza ya no se mide en la acumulación de bienes y propiedades, sino en tener más tiempo para ti y tus proyectos. Un tiempo más lento donde compartir y colaborar también son protagonistas del cambio positivo.